jueves, 19 de agosto de 2010

Los conflictos en la pareja


Importancia del conflicto en la pareja
Las estadísticas dicen que los casados viven más y con mayor calidad de vida,... si no hay conflictos. Pero los conflictos: enferman mental (depresión, trastorno bipolar, bebida, violencia,..) y físicamente (corazón, cáncer, enfermedades inmunológicas, dolor crónico...). Hasta aumentan la probabilidad de accidentes de tráfico, incluidos los mortales.

Los conflictos en la pareja generan también problemas en los hijos (problemas de conducta, depresión y problemas para alcanzar la intimidad en el futuro).

Situación social de las relaciones de pareja
Para ver más detalles y más actualizados se puede consultar este enlace

Los medios de comunicación nos transmiten un mensaje que parece indicar que la forma de vivir mejor no es la pareja y de hecho así se va plasmando en la sociedad. Mientras que en los años 70 el 70% de los hogares americanos los ocupaba un matrimonio actualmente solamente son el 50%. Pero muchas otras cifras no son tan ciertas. Nos dicen, por ejemplo, que se divorcian más personas que se casan, lo que es falso, en nuestro país al menos. En el año 2000 se separaron un 30% del número de parejas que se casaron.

Se dan parejas de hecho y formas de relación muy largas, siendo “novios” y viviendo cada uno en su casa, compartiendo solamente el tiempo libre, son formas que permiten relaciones con un menor compromiso.

Podríamos estar tentados de atribuir estos procesos exclusivamente a la falta de preparación psicológica para afrontar los problemas y conflictos que son inherentes a vivir en pareja en el momento actual. Pero seguramente fenómenos sociales tienen explicaciones y orígenes sociales.

La sociedad marca la pareja que quiere o que necesita. No tenemos más que considerar la influencia de factores positivos como los avances de la mujer hacia la igualdad social con el hombre y su integración en el proceso productivo; y otros no tan positivos como la ideología hedonista, establecida para mantener un gran nivel de consumo, o la falta de apoyo social al desarrollo de la familia, que pone grandes dificultades laborales para el cuidado de los hijos, y que llevan a considerar tener descendencia como una carga insoportable, junto con otros elementos como las condiciones precarias de trabajo, que por una parte disuaden de establecer compromisos a largo plazo, como tener hijos o comprar un piso, y por otra establecen jornadas interminables que contribuyen de forma determinante a incrementar las barreras de comunicación en la pareja. Son todos factores sociales que configuran la forma de la pareja que se puede dar en nuestra sociedad.

Estructura de la pareja
Actualmente la base sobre la que se forman casi todas las parejas es el enamoramiento. El enamoramiento es una emoción y tiene un fuerte componente de pasión, afecto, ternura, sexo. Por eso uno de los principales objetivos de la pareja hoy es hacerse la vida agradable. Pero una emoción es pasajera, porque está sometida a la ley de la habituación. Todos sabemos que el enamoramiento se pasa y muchas parejas, basadas solamente en esa emoción se disuelven, "se pierde la ilusión"; "no se siente lo mismo". Sin embargo, el amor apasionado de los comienzos es una vía inmejorable para conseguir mantener la pareja.

Para ello es preciso desarrollar la intimidad y la validación. Intimidad supone abrirse y contar cosas que, en otras circunstancias, podrían usarse en contra nuestra y recibir aceptación por parte del otro. Cuando estamos enamorados nos ponemos completamente en manos de nuestra pareja y de esta forma construimos la intimidad.

También decidimos compartir más cosas con el otro y vamos comprometiéndonos ante la sociedad, se guarda fidelidad, se comparte el tiempo, se entrega el cuerpo, se comparten bienes materiales como un piso, etc. finalmente se adquiere un compromiso de vida en común, que puede estar o no refrendado socialmente. Se construye así el compromiso que es la decisión de permanecer en la relación pese a los problemas que vayan surgiendo, luchando con todas las fuerzas posibles para resolverlos.

Según se van compartiendo más elementos se tiene va construyendo un método para tomar decisiones y se establece una estructura de poder, que puede ser más o menos democrática, pero siempre aceptada por los dos. La toma de decisiones es una de las fuentes de conflicto importantes en la pareja.

Para tener intimidad, para tomar decisiones, y para convivir es preciso saber comunicarse, escucharse y respetarse. Para resolver los problemas también. La capacidad de comunicarse y de resolver los conflictos es fundamental para la continuidad de la pareja.

Otro aspecto muy importante es el apoyo mutuo. Se plasma en la fórmula de estar juntos en la salud y la enfermedad, en las alegrías y en las tristezas. El otro es el principal sostén ante las dificultades y amenazas de la vida y el apoyo en el desarrollo personal y social.

Nuestro aprendizaje de cómo es en la pareja ese apoyo mutuo se da dentro de la familia en la que nacimos. Una de las primeras conductas que desarrollamos en ella es la de apego. Definida como la búsqueda de protección ante amenazas externas y, en el niño, se concreta de forma principal en buscar la protección de la madre.

Áreas de conflicto
Las áreas de conflicto afectan a todos los componentes que se han listado de la estructura de la pareja.

El poder
Teniendo en cuenta las responsabilidades: quien se encarga de hacer las cosas y quien decide lo que hay que hacer. Estas decisiones abarcan aspectos tan fundamentales como: Las finanzas, el cuidado de los hijos, las relaciones sociales, etc.

La intimidad
La intimidad se construye con una separación de la familia de origen, dando prioridad al otro en la autorrevelación y en la toma de decisiones. Por eso uno de los temas más conflictivos se da en las relaciones con la familia de origen,

La pasión, el afecto, la sexualidad
El amor va sustituyendo al enamoramiento, la pasión inicial va dando paso a la intimidad y al cariño, pero no por eso se puede perder la atracción que se siente por el otro como objeto y sujeto sexual.

Comunicación
Cuando se producen los conflictos y se enquistan se producen patrones de comunicación que perpetúan el problema y conducen finalmente a la separación.

Desencadenantes de los conflictos
En circunstancias normales las parejas, aunque no sean felices, se amoldan y no surgen los conflictos, estos aparecen cuando se dan circunstancias importantes de cambio, es decir, situaciones estresantes como:

Cambios laborales tanto negativos como positivos: paro, ascensos;

•La jubilación.
•Enfermedades;
•Problemas económicos,
•La paternidad/ maternidad,
Cuando los hijos se van de casa o simplemente se hacen mayores y dejan más tiempo libre a la pareja.

Todos, positivos y negativos, son fuentes de estrés que exigen a la pareja poner en marcha sus habilidades de comunicación y de resolución de conflictos, además de la motivación para mantenerse juntos y la capacidad de reconocer las debilidades delante del otro y que el otro las reciba sin castigarlas.

Forma de los conflictos (Conductas)
En los conflictos se establecen formas de conductas que se hacen crónicas y agravan los problemas, algunos de ellos son:

Reciprocidad negativa.
El más problemático es cuando a una comunicación negativa se responde generalmente con otra comunicación negativa por parte del otro estableciéndose una reciprocidad en la negatividad que puede acabar en una escalada de violencia. Es la justicia del ojo por ojo.

Se discute acerca de la propia relación.
Uno de los métodos que se utilizan para resolver los problemas de comunicación es el empleo de la metacomunicación, es decir, reflexionar sobre la forma en que se está dando la comunicación. Por ejemplo, se dice “no me estás escuchando” para intentar que haya una escucha, pero el mensaje no verbal agresivo va acompañado, en general, por un componente no verbal agresivo, y el que responde lo hace al componente agresivo, lo que lleva a más discusiones, metiéndose en un círculo vicioso. En los matrimonios sin problemas contestan a la metacomunicación y no al componente emocional

La mujer ataca y el hombre evita o calla.
Este patrón se da cuando la mujer da respuestas hostiles mientras que el hombre se retira o no contesta, ante lo que la mujer incrementa su hostilidad porque no se solucionan los problemas. En esta escalada el hombre, quizás constitucionalmente tiene una reacción fisiológica más negativa y la aguanta menos.

Los cuatro jinetes del Apocalipsis
La crítica, que lleva al Desprecio que ocasiona una Actitud Defensiva Constante son tres de los cuatro jinetes del Apocalipsis de la pareja. El cuarto es la habilidad para no escuchar al otro, o se le deja hablar sin hacerle caso o se habla tanto que no se le deja meter baza.

Todos estos patrones de conductas pretenden la mayoría de las veces resolver el conflicto, pero no solamente no lo resuelven, sino que lo perpetúan y la propia interacción se convierte en el problema que lleva a la separación. No siempre los conflictos llevan a la ruptura. Se ha reportado un tipo de conflictos en los que el marido se enfada e inicia la discusión con ánimo de resolver el problema. Cuando se tiene éxito, la relación puede salir fortalecida, en estos casos el conflicto vivido por los hijos no es negativo para ellos, incluso puede ser una ocasión para aprender a ser asertivos

Forma de los conflictos (Pensamientos)
Atención selectiva.
Las parejas en conflicto solamente se fijan en las conductas negativas del otro y tienden a no ver o a disminuir la importancia de las conductas positivas.

Atribuciones.
La atribución del problema a determinadas causas se ve como un elemento necesario para su solución, pero si no se hacen las atribuciones correctas se asegura el conflicto. Por ejemplo cuando se echa buscan culpables o se achacan los problemas a malas intenciones que nunca se pueden probar o a elementos que no se pueden cambiar como la propia personalidad.

Expectativas:
Si aparece una discrepancia entre lo que creen los esposos que debería ser el matrimonio y lo que perciben que es, tanto en cualidad como en cantidad, los problemas están asegurados. Se plasma en frases como “Esto no tiene solución”. “Debería ser así”

Ideas irracionales:
Algunas ideas aparentemente normales pueden se un foco de conflictos solamente por no ser conscientes de que lo que se piensa no es racional. Algunas de estas ideas son: Estar en desacuerdo es destructivo de la relación, los miembros de la pareja deben ser capaces de averiguar los deseos, pensamientos y emociones del otro, uno debe ser un compañero sexual perfecto del otro, los conflictos se deben a diferencias innatas asociadas al sexo.

Solución de los conflictos
La propuesta de la terapia de pareja cognitivo conductual para resolver los conflictos pasa por:

•Aumentar el intercambio de conductas positivas.
•Entrenamiento en habilidades de comunicación y resolución de problemas.
•Cambiar el patrón de reciprocidad negativa introduciendo conductas positivas frente a la negatividad.
•Cambios en las Atribuciones, expectativas e ideas irracionales cuando es necesario.
Estos componentes constituyen la terapia de pareja cognitivo conductual clásica, que está clasificada como una terapia con evidencia probada de eficacia. Los datos indican que la gran mayoría de las parejas que acuden a terapia, alrededor del 75% informan de una mejora en la satisfacción matrimonial. Cuando se contrasta con grupos de control de lista de espera los resultados son siempre positivos, quizás debido a que si no existe intervención los problemas se van incrementando. Sin embargo, cuando se tiene en cuenta si la mejora afecta no solamente a la disminución del conflicto, sino a la mejora de la evaluación de la relación por parte de los dos miembros, los resultados no son tan espectaculares; revisando la literatura sobre la eficacia, llega a la conclusión de que, siendo estrictos, menos del 50% de las parejas que acuden a terapia cambian de un estado de estrés a un estado de armonía. Otro aspecto oscuro es la cantidad de recaídas que se contabilizan, entre el 30% y 50% de los que mejoran.

Avances en la terapia de pareja cognitivo conductual
Aumento de la intimidad. Para lo que se potencia
La aceptación, por medio de la cual el miembro de la pareja que quiere que se realice un cambio acepte desde un nuevo punto de vista que el otro no lo realice y, sin embargo, aquello que era inaceptable e intolerable se convierta en algo no deseable, pero entendible y tolerable.

La compresión de las motivaciones inconscientes del otro.

Incremento de la pasión: sexo y afecto.
Para lo que se emplea la terapia sexual dirigida no tanto a resolver problemas como a incrementar la satisfacción dentro de la normalidad.

El apego como motivo en la pareja.
El compromiso de ayudarse en todo instante es uno de los más importantes motivos que existen para mantener la pareja. En ello están implicadas emociones muy básicas que se insertan en la debilidad más íntima del ser humano, hacerlo explícito y potenciarlo es una forma de motivar la permanencia de la pareja y la resolución de conflictos.

¿Es el divorcio una solución a los conflictos?
Si se consigue una separación amistosa que acaba con los conflictos las consecuencias negativas de estos disminuyen, aunque no desaparecen del todo. Sin embargo, muchas veces el divorcio no es más que un paso en una escalada de odio que lleva a un miembro de la pareja a seguir centrando su vida en machacar al otro. En esos casos, indudablemente no es la solución.

En todo caso si se llega a ese extremo es muy importante llegar a una separación amistosa por medio de expertos en mediación.

Se ha comprobado que no se aprende, los que se divorcian y se casan de nuevo se vuelven a divorciar con más probabilidad que los que se casan por primera vez.

MORALEJA VALOR DE LOS ANILLOS

EL CUENTO NOS DICE QUE NO DEBES DESESPERARTE POR NO CONSEGUIR VENDER TUS ANILLOS, CONSEGUIR LO QUE VOS BUSCAS ( NOVIO, MARIDO)... TENES QUE ESPERAR A ENCONTRAR UN HOMBRE QUE VALORE TU TESORO INTERNO, EL VALOR DEL LOS ANILLOS DE TU ALMA Y TU SER. NO TE OLVIDES... NO DES TUS ANILLOS A CULAQUIER HOMBRE SOLO POR TENERLO SINO ESPERA A QUE VENGA EL QUE CONZCA DE VERDAD TU VALOR!!!


  • PRGRAMA “S.O.S NOVIAS”



En este programa vamos a ir abordando distintas temáticas sobre la mujer, el noviazgo, el casamiento y la relación hombre-mujer.


Hay muchas preguntas que nos hicimos: por qué cuesta contraer matrimonio?, por qué cuesta crecer?, por qué se dice que el casamiento es una carcel, que nos priva de nuestra libertad y que no puede ser para siempre?, por qué existen los ataques de pánico pre o post casamiento?, por qué no elegimos la pareja adecuada? Porqué hay separaciones a poco tiempo de haberse casado?, qué está fallando en la Institución familiar?, qué esta fallando en los jóvenes frente al matrimonio?... todas estas y muchas preguntas más vamos a irlas debatiendo con gente especializada y con gente común como vos para que entre todos las analicemos, opinemos, discutamos, reflexionemos, meditemos…

Sabemos que el casamiento es un hecho en la vida que es de suma felicidad. Sabemos lo lindo que es poderlo festejar. Sabemos del añorado día en que vestiremos de blanco. Sabemos que es una tradición festejarlo… pero lo que queremos recalcar, es que si bien la Iglesia, las flores, la fiesta, los invitados, los regalos son una parte muy linda de un casamiento, no debemos dejar de lado lo más importante: el significado que contrae casarse y vivir en matrimonio.


El tema del programa nació por ver en la realidad en que vivimos, entre nuestros amigos y conocidos… en jóvenes argentinos y extranjeros. Comenzó la idea de tomar esta realidad que vivimos los jóvenes que nos enfrentamos con un noviazgo en serio, con la realidad de ver a los pares contraer matrimonio, con la realidad de ver parejas con poco tiempo de duración, por ver los problemas que hoy hay en las parejas, en los recién casados, en los que buscan un noviazgo en serio y no lo encuentran o lo frustran. Este programa está acá con nosotras para que entre todas debatamos los problemas más comunes que suceden en mujeres que ya piensan en querer contraer compromiso con un hombre par. Hay mucho por conversar, por debatir…


  • “La felicidad no se compra"

Muchas mujeres piensan que si se casan, saldrán de su hogar natal y que con eso lograrán ser felices. Cambiar de lugar físico de vivienda no asegura la felicidad. La felicidad es un estado interno. Casarse no es solo mudarse. Casarse es un salto cualitativo muy grande en una mujer. Y se es feliz en esa etapa en realidad cuando se lo vive con alegría, con la convicción de que se esta dando un paso importante en la vida con total tranquilidad… Para ello, es bueno que la mujer medite, reflexione, piense en todo aquello que conlleva un matrimonio antes de llevarlo a cabo. Son muchos los casos en que TODO ESTABA ARMADO hasta que unos días antes del día “D”, la mujer se hecha atrás y lo cancela TODO. Y encima a veces la novia se enferma (ataques de pánico, stress, depresión).



¿Cuáles son los CAMBIOS? Ser la mujer del hogar: hacer las tareas domesticas, solo?, Convivir con otra persona que no sea tus padres o hermanos, solo?



Es que no solo pasa solo por ser buena ama de casa. Diríamos que la felicidad no se adquiere como regalo de boda. La verdadera felicidad está en saber que al lado de una tiene una persona que la ama, que se compromete a ser su compañero de vida, con el cual compartirá lindos y malos momentos. Y para ser felices en pareja, en matrimonio, es bueno adquirir tolerancia, paciencia, perdón, respeto…para que la unión no se rompa.



Para llegar a una relación madura entre un hombre y una mujer…. no debemos apurarlo.



  • “NO SALTAR ETAPAS”

Mamá me enseñó a que uno debe disfrutar de la vida y de cada momento sin forzar el crecimiento. Las etapas en la vida, van cambiando… una vez que terminamos de madurar una viene la otra. No hay que esforzar el casamiento entonces en mi opinión… este suceso viene como un moño que sella la relación madura, crecida, armónica, fuerte, profunda y consolidada. No hay una regla matemática que diga a qué edad casarte. Cada una va viviendo su vida. Cada una cuenta con su historia de amor. El amor no llega a todas por igual, por ende… no hay que hacer comparaciones entre las diferentes parejas. Cada cual tiene sus códigos, sus problemas, sus fortalezas. Para llegar al casamiento hay un recorrido anterior que es necesario pasar juntos… no hay que saltear etapas… un paso va detrás de otro… A disfrutar el presente con tu pareja, proyectando pero no tomando decisiones bruscas, sin pensarlas, inconcientes…

viernes, 13 de agosto de 2010

El Valor del Anillo (Jorge Bucay)




Jorge Bucay


Un joven concurrió a un sabio en busca de ayuda.

- Vengo, maestro, porque me siento tan poca cosa que no tengo fuerzas para

hacer nada. Me dicen que no sirvo, que no hago nada bien, que soy torpe y

bastante tonto. ¿Cómo puedo mejorar maestro?. ¿Qué puedo hacer para que

me valoren más?

El maestro, sin mirarlo, le dijo:

- ¡Cuánto lo siento muchacho, no puedo ayudarte, debo resolver primero mis

propios problemas. Quizás después... Si quisieras ayudarme tú a mí, yo

podría resolver este tema con más rapidez y después tal vez te pueda ayudar.

- E... encantado, maestro -titubeó el joven pero sintió que otra vez era

desvalorizado y sus necesidades postergadas-.

- Bien -asintió el maestro-. Se quitó un anillo que llevaba en el dedo pequeño

de la mano izquierda y dándoselo al muchacho agregó: Toma el caballo que

está allí afuera y cabalga hasta el mercado. Debo vender este anillo para

pagar una deuda. Es necesario que obtengas por él la mayor suma posible,

pero no aceptes menos de una moneda de oro. Vete y regresa con esa

moneda lo más rápido que puedas.

El joven tomó el anillo y partió. Apenas llegó, empezó a ofrecer el anillo a los

mercaderes. Estos lo miraban con algún interés hasta que el joven decía lo

que pretendía por el anillo. Cuando el joven mencionaba la moneda de oro,

algunos reían, otros le daban vuelta la cara y sólo un viejito fue tan amable

como para tomarse la molestia de explicarle que una moneda de oro era muy

valiosa para entregarla a cambio de un anillo.

En afán de ayudar, alguien le ofreció una moneda de plata y un cacharro de

cobre, pero el joven tenía instrucciones de no aceptar menos de una moneda

de oro, así que rechazó la oferta.

Después de ofrecer su joya a toda persona que se cruzaba en el mercado -

más de cien personas- y abatido por su fracaso, montó su caballo y regresó.

¡Cuánto hubiese deseado el joven tener él mismo esa moneda de oro! Podría

habérsela entregado al maestro para liberarlo de su preocupación y recibir

entonces su consejo y su ayuda.

- Maestro -dijo- lo siento, no es posible conseguir lo que me pediste. Quizás

pudiera conseguir 2 ó 3 monedas de plata, pero no creo que yo pueda

engañar a nadie respecto del verdadero valor del anillo.

- ¡Qué importante lo que dijiste, joven amigo! -contestó sonriente el maestro-

. Debemos saber primero el verdadero valor del anillo. Vuelve a montar y

vete al joyero. ¿Quién mejor que él para saberlo?. Dile que quisieras vender

el anillo y pregúntale cuánto da por él. Pero no importa lo que ofrezca, no se

lo vendas. Vuelve aquí con mi anillo.

El joven volvió a cabalgar. El joyero examinó el anillo a la luz del candil, lo

miró con su lupa, lo pesó y luego le dijo:

- Dile al maestro, muchacho, que si lo quiere vender ya, no puedo darle más

que 58 monedas de oro por su anillo.

- ¿¿¿¿58 monedas???? -exclamó el joven-.

- Sí, -replicó el joyero-. Yo sé que con tiempo podríamos obtener por él cerca

de 70 monedas, pero no sé... Si la venta es urgente...

El joven corrió emocionado a casa del maestro a contarle lo sucedido.

- Siéntate -dijo el maestro después de escucharlo-. Tú eres como este anillo:

una joya única y valiosa. Y como tal, sólo puede evaluarte verdaderamente un

experto. ¿Qué haces por la vida pretendiendo que cualquiera descubra tu

verdadero valor?

Y diciendo esto, volvió a ponerse el anillo en el dedo pequeño de su mano

izquierda.

lunes, 9 de agosto de 2010

Relato de una "Boda de antes..."



La verdad que es que por ser un pueblo pequeño, no había muchas, pero más que ahora sí, por eso pongo “hace mucho... mucho”. Ahora parece que con esto de que todo “cambia”, nadie quiere comprometerse en nada, ni incluso en asegurar su futuro y su familia. ¡Cosas y modas de estos tiempos, que esperemos pasen pronto…!
Recuerdo una boda. La de mi tío “Guinda”, que por ser de la familia, la viví de cerca. Los novios ya eran un poco veteranos, por lo que el anuncio oficial, que se hacía en las misas, con las famosas “proclames”, a nadie le pilló desprevenido, lo que más les interesaba saber era la fecha, dónde se iba hacer el banquete, qué vestido se pondría la novia, quienes serían los padrinos y qué dulzaina traerían.
La historia nos dice que antes la mayoría, llegaban al matrimonio “sin ablande” diríamos hoy, y el compromiso era firme y duradero. Hoy llegan después de mucho rodaje y resulta que los fracasos están a la orden del día. ¡Y me pregunto yo! ¿Hemos avanzado o hemos retrocedido? El tiempo lo dirá. Pero el tiempo no habla. ¡Pero, tener que aguantarse toda la vida…! Pero resulta que ahora se matan. Ahí está la violencia de género. (No es el género que, antes se decía al paño, sino la violencia entre el género masculino y femenino). ¡Pero antes también sucedían estas cosas, lo que pasa es que solo se enteraban los que compraban “El caso”! Bueno, no sé, hay opiniones para todos los gustos y pareceres y yo las respeto, así como quiero que respeten la mía… ” ¡Por qué no te callas…!”
Bueno, dejemos esto y vayamos a la boda. Se comenzaba buscando unos buenos padrinos, para que la boda fuera lo más rumbosa posible. Primero entre los familiares y después algún personaje de estos que siempre hay en los pueblos que parece han nacido para ser padrinos. Cuando nacieron la partera, no le dijo a la madre es nene, sino: “te ha nacido un padrino”.
La junta de mozos y mozas ya se ponían en campaña organizándose para que la boda fuese lo más rumbosa posible. Ordinariamente se solían casar al terminar las tareas del verano o más bien para Febrero o Marzo. La razón era que por esas fechas estaban más liberados del trabajo del campo y podrían incluso tener su “luna de miel” que consistía en ir a visitar a algún familiar en la ciudad o en algún pueblo, aunque hubiera que ir en burro. Así les pasó a unos que se fueron para el lado de Villasur, y les pilló tal nevada, que la luna de miel la pasaron entera y verdadera en “la venta Caniche”.
¿Y si era invierno con qué ramos hacían la enramada? Pues con ramos de pinos y de romero. Los mozos se pasaban todo el día acarreando ramos de pinos y la noche colocaban la enramada, combatiendo el frío con calefacción interna, usando como combustible aguardiente.
Las mozas por su parte, también pasaban el día y la noche haciendo rosquillas y adornos de papel y encajes para la enramada. Y no es muy aventurado suponer que los primeros a quien daban a probar las rosquillas eran los mozos.
Los invitados acudían con frecuencia, un par de días antes y se agregaban a los mozos, siendo los encargados de sacar de la casa de la novia alguna que otra rosquilla para acompañar al aguardiente. Cuando la novia se hacían de rogar el mozo mayor se “personaba personalmente” ante la novia y le venía a decir con mucha unción: “Buenas noches nos dé Dios. Se saluda y da la enhorabuena a la novia y a toda su familia y que Dios quiera sea para bien. (Después venía la cuchillada). Según los usos y costumbres de nuestros antepasados, me persono humildemente, suplicándole tenga a bien, otorgar voluntariamente a la honorable junta de mozos del pueblo que presido, los derechos inherentes a tan importante acontecimiento”. Si daba poco y tarde, se montaba la bronca expresada con coplas alusivas. La misma ceremonia se repetía en la casa del novio.
¿Y no había despedida de solteros? Como la de ahora no. El domingo anterior en la cantina se pagaba un par de azumbres de vino y sardinas arenques para todos los presentes. Más de uno aprovechaba la ocasión para ponerse “en trance” de balde.
La boda solía ser el domingo a las doce, después de la misa. El novio acompañado de la madrina con su bolso rumbón al brazo, se dirigían a la iglesia donde les esperaba a la puerta el Sr. Cura. Inmediatamente llegaba la novia del brazo de su padrino, y detrás del Celebrante entraban a la iglesia en medio del solemne volteo de campanas y el estruendo de “cuetes”.
Concluida la ceremonia, los flamantes esposos y emprendían la marcha en dirección a casa de la novia entre vivas, “cuetes”, volteo de campanas y algarabía. Por el camino los padrinos tiraban a diestra y siniestra, (a veces donde más barro había), paquetitos de almendras y caramelos con “perras”. Y los chiguitos y no tan chiguitos, a correrlas como galgos tras la liebre. Si tardaban en sacar la mano de la bolsa, ya estaba sonando aquello de: “madrina roñosa, saca la mano de la bolsa”.
El banquete era por todo lo alto, (no tanto como las bodas de Camacho pero “por ahí se le andaba”). Nadie se quedaba con hambre: asao de cordero, pollos, conejos, incluida la matanza del gocho, todo desfilaba por las improvisadas mesas que se ponían hasta en la portada. Si la boda era rumbosa se invitaba a todo el pueblo. En medio de la comida, más bien a los postres, cuando ya les había subido un poco la temperatura y estaban todos más que contentos, los mozos y mozas improvisaban alguna copla al respecto en la que exaltaban las virtudes de los flamantes esposos, cargaban algún comensal, deseaban parabienes a la familia a la vez que pasaban la boina pidiendo colaboración a los invitados y cantando aquello de: “Tú que te tienes por rico / demuéstranos que es verdad, /saca la cartera amigo, / y no te hagas de rogar”.
¿Y qué hacían después? Pues si no hay música no hay fiesta. Con tiempo la junta de mozos ya había contratado la dulzaina; a Pedro el de Villaeles con su acordeón o a un organillo que no sé de dónde venía. Y los chiguitos ya estábamos dispuestos a darle a la “zancada” por riguroso orden.
¿Y donde se hacía el baile? Ordinariamente el la era de la taberna, o sea, frente al ayuntamiento. Pero en ese tiempo había que tener preparado algún almacén o nave por aquello de que siempre llueve a destiempo. En aquel entonces, no había ningún local apropiado como para meter a tanta gente, pues los de los pueblos vecinos no se lo perdían.
Recuerdo cuando se casó mi tío “Guinda”, que se hizo en un corral. Ese día las ovejas las llevaron al corral del monte, pero se olvidaron de llevar también las pulgas. Por lo que las rascadas estaban a la orden de la noche. Dicho corral, (hago la aclaración para los jóvenes) estaba en una esquina de la plaza, donde ahora está el taller de Juan Carlos.
Si la música era aburrida, estaba la “chocolatada” y el juego de brisca en las casas hasta que el cuerpo no daba más. Esto sin quitar el ojo a los nuevos esposos para ver cuando se iban a dormir para cantarles la rondalla. Este “último acto de la comedia” dependía de cómo estuvieran los mozos y mozas. Porque lo más frecuente, era que después de la noche de la enramada y de la abundante comida, y bebida, no estarían para muchos “kirikís”.
Hubo una vuelta, que un viudo se iba a casar con una moza soltera mucho más joven que él. Y como los “dimes y diretes” ya corrían por el pueblo, decidieron casarse “a la chita callando”, nada menos que en León. La junta de mozos, montó guardia todas las noches durante una semana a la puerta de su casa, porque se habían enterado (en los pueblos no hay secretos), que se iban a ir de madrugada. Y así sucedió. Pero el mayordomo de los mozos le encaró al salir de casa, exigiéndole que antes pagase religiosamente los derechos acostumbrados. Y así lo tuvo que hacer, porque de lo contrario, estaban dispuestos a no dejarle marchar y darle la consabida cencerrada. ¿Que quién fue? “Se dice el pecado pero no el pecador”.

Fuente: http://www.vegavaldavia.com/

No es un espejismo...Es real!




La mujer que se casa vive un momento muy especial en el cual  experimenta diferentes estados de ánimo y diversos pensamientos, quizás a veces contradictorios. Una realidad que no podemos dejar de ignorar es que la Institución de la Familia está en crisis.
Entre los que deciden convivir, entre los que se separan al poco tiempo de haber contraído matrimonio, entre los que se casan de apuro, entre los que tienen amantes y demás , hacen que el vínculo matrimonial se encuentre hoy en problemas.

Sabemos que la familia es la célula base de una sociedad. Ella es tan importante que se puede afirmar que lo que una familia hace de bien entre sus miembros lo haría en la sociedad... Un pequeño que vive en un ambiente violento trasladará aquello afuera de esa familia.
Lo que un chico aprende con su familia son las herramientas que éste utilizara para desenvolverse en sociedad.

Vemos en  nuestro contexto social  mucha falta de responsabilidad frente a la toma de decisiones de tener hijos. Muchas mujeres no son suficientemente maduras para afrontar este rol, sin embargo, por razones socio-económicas que las perjudican o falta de educación sexual tanto en la escuela como en sus familias, se ven de pronto, envueltas en una situación desesperante de tener que criar (en la mayoría de los casos, solas) a sus hijos.
Por otro lado, existe un "Pánico Generalizado"  sobre el tema “matrimonio”. Son muchos los fantasmas que oscurecen el proyecto natural del hombre de formar una familia.
A un gran porcentaje de hombres les cuesta comprometerse; pero no les cuesta convivir con una mujer; sino mas bien de contraer deberes conyugales y de mantener una actitud proactiva frente a ella.  Hay una menor tolerancia en las parejas de hoy y frente a esto, deberíamos tomar conciencia que se puede revertir esta tendencia y confiar que es posible un matrimonio más ideal, menos conflictivo, más sólido y menos fragmentado.
Para esto se debe crear una cultura que permita "educar" a los novios. Por este motivo desarrollamos un medio a través del cual ellos podrán aprender a ser más responsables a la hora de llevar a cabo esta decisión.
Con educación es posible cambiar una sociedad. Una persona que tiene en su corazón y en su cabeza lo que significa una familia sana, le será más difícil equivocarse. Es necesario dar herramientas a los novios para que tomen la responsabilidad del matrimonio de manera más madura. Se deben ahuyentar los mitos, decirles que casarse no es solo vestirse de blanco y hacer el amor todos los días... Mucho se dice que casarse es “entrar en una cárcel”.  Hay que difundir que ser padres es lindo pero que implica mucho esfuerzo, renuncias, dedicaciones y constancia.
¿Por qué cuesta crecer? ¿Por qué tenemos miedos?